El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Secretaría de Gobernación de México a través de la Subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana realizó la Semana de la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia en la ciudad de México los días 06 al 09 de Mayo de 2014. Dentro de las actividades se llevaron a cabo la 6ª Clínica Intensiva de Capacitación en Seguridad Ciudadana, el 2º Diálogo Regional de Política de Seguridad Ciudadana y la presentación del Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia.
Como Municipio, se participó en la 6ª Clínica Intensiva de Capacitación en Seguridad Ciudadana, que tuvo como objetivo la discusión de las políticas públicas en materia de seguridad ciudadana desarrolladas en distintos países de América Latina y el Caribe. Se abordaron temas como la prevención social de la violencia y la delincuencia desde lo local, el papel de la información, los modelos de policía comunitaria, la participación de organizaciones sociales, el sector privado y la ciudadanía, la violencia hacia los niños y jóvenes, la violencia de género y la justicia restaurativa.
Durante la mesa de trabajo “Políticas Públicas Integrales para la Prevención Social de la Violencia, de lo Nacional a lo Local” se expusieron casos de éxito de Uruguay, México, España, Chile y EEUU. En Uruguay,el modelo de prevención de la violencia y la delincuencia se enfocó en la prevención primaria, el acompañamiento y monitoreo de las acciones, sumado a una perspectiva que considera a los sujetos peligrosos o que han cometido un delito como personas que suman todas las vulnerabilidades sociales.México, expuso el caso de Aguascalientes y el Proyecto “Línea Verde”; 50 hectáreas de superficie de espacio público rescatado social, integral y ambientalmente que atraviesa 100 colonias de la ciudad. La realización de este parque se basó en la acupuntura urbana, el involucramiento y la planeación urbana, fundamentales para la prevención social de la violencia y la delincuencia al crear entornos de seguridad para los ciudadanos. Por su parte, la ciudad de Los Angeles, EEUU ha trabajado en la atención de jóvenes organizados en pandillas bajo una estrategia simultánea, y no secuencial, de prevención, intervención, relación y atención, a la cual conocen como “Modelo de la Mesa de 4 Patas”, cuyo objetivo es la reducción de los factores de riesgo y el pandillerismo.
En Chile, la seguridad es un factor de la desigualdad y la vulneración de los derechos de los pobres; existe una contraposición de intereses entre la seguridad del territorio y los ciudadanos y la centralización de esta por los gobiernos e instituciones. Por ello, se han preocupado por fomentar una coordinación institucional, entender el delito a través de su focalización y estratificación y por un cambio de paradigma que devuelva el poder de lo local con policías trabajando para cuidar personas y no instituciones. Por último, Barcelona, España, entiende la prevención de la violencia y la delincuencia como defender el modelo de convivencia de los ciudadanos ante el proceso de globalización, entendiendo que perder dicho modelo y caer en incivilidades conduce a la delincuencia. Por tanto, es necesario conocer la realidad de una sociedad, mantener una coordinación interinstitucional y contar con la participación ciudadana ligada a una coordinación policial. Hizo énfasis en que la mejor prevención social de la violencia y la delincuencia es construyendo mejores ciudades: con buen urbanismo, creando capital social, escuelas, espacio público digno, sagrado y que no conoce de limitaciones administrativas, y con la participación de los ciudadanos.
De forma general, se concluyó que la prevención de la violencia y la delincuencia es permanente, tiene un perfil integral y debe incluir a todos los actores involucrados. La violencia tiene un costo y el delito un precio; se olvida hablar de sustentabilidad social y de factores protectores y el discurso solo incluye a los factores de riesgo, cuántos hay y cómo medirlos. Por tanto, es primordial basar la política pública de prevención en un diagnóstico comunitario ligado a uno técnico que deriven en la definición de la estrategia de trabajo en las comunidades; considerando que el diagnóstico es flexible, cambiante, se diagnóstica haciendo, especialmente el diagnóstico comunitario, el cual está subutilizado al considerarse una actividad y no un proceso. Y por último, es fundamental la integración de los actores sociales en temas de seguridad, no como complementos de una política pública, sino como elementos fundamentales para su éxito
El Banco Interamericano de Desarrollo, BID, fundado en 1959, apoya los esfuerzos de América Latina y el Caribe para reducir la pobreza y la desigualdad. Desde el año 2008, el BID promueve espacios de intercambio de experiencias y promoción del diálogo sobre la prevención de la violencia y la delincuencia, convocando a autoridades gubernamentales, académicos, representantes de la sociedad civil y del sector privado.
Las clínicas anteriores han tenido como sede Chile, Costa Rica, Uruguay, Brasil y EEUU, convirtiéndose en plataformas continuas de generación de conocimientos en seguridad ciudadana, permitiendo crear y fortalecer alianzas estratégicas entre el BID y diversos organismos e instituciones.
En la Sexta Edición de la Clínica Intensiva de Capacitación sobre Seguridad Ciudadana la temática se centró en la instrumentación de políticas públicas integrales para la prevención social de la violencia y la delincuencia y la presentación de buenas prácticas en 21 países de América Latina y el Caribe.
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